martes, 27 de noviembre de 2018

PARTE 1- EL AMOR PROPIO COMO AUTOESTIMA Y COMO AMOR A SI MISMO

EL AMOR PROPIO COMO AUTOESTIMA Y COMO AMOR A SI MISMO

La autoestima es el conocimiento que tenemos de nosotros mismos, es decir, la aceptación de nuestros potenciales y debilidades, aquello de lo que somos capaces hacer de acuerdo con nuestra humana condición. Significa, por tanto, la posibilidad de aceptarnos tal y como somos, con nuestras virtudes y defectos.

 Se habla hoy en día de alta y baja autoestima. La persona con alta autoestima, al aceptarse como es busca siempre el bien de sí misma, por el contrario, la que tiene baja autoestima, al no aceptarse con sus propios potenciales y limitaciones, tiende a la depresión, a la desmoralización y, en algunos casos, al suicidio. En pocas palabras, no busca su propia realización, sino lo contrario,  su autodestrucción.










La persona que tiene una buena autoestima es la que experimenta el amor propio, esto es, la aceptación de su propia naturaleza humana, y por lo mismo, lucha por conseguir su realización.Si aceptamos la idea del amor propio como elevada autoestima, tenemos que aceptar que aquel es bueno por varios motivos: 


1) porque cada uno de nosotros somos seres dignos y valiosos, ya que somos personas. No son personas sólo los otros, sino también nosotros lo somos, y por consiguiente, también somos dignos de ser amados.
2) sería realmente absurdo amar a los demás y no amarnos a nosotros mismos; tenemos, por tanto, que cuidarnos y preocuparnos de nosotros mismos.
3)aunque somos responsables de los demás, lo somos de nosotros mismos, precisamente porque nuestra capacidad de autodeterminación se limita a nuestro propio ser.





El amor propio no sólo es bueno, sino totalmente necesario, debido a que es el motor de toda nuestra existencia. Esto significa que, entre más nos queremos y apreciamos a nosotros mismos, más hacemos crecer nuestras propias potencialidades. 










No hay comentarios:

Publicar un comentario