martes, 13 de noviembre de 2018

EL HOMBRE COMO SER CONSTITUTIVAMENTE MORAL

 EL HOMBRE COMO SER CONSTITUTIVAMENTE MORAL



 El filosófo Jean Paúl Sartre  dice que, "estamos condenados a ser sujetos morales", porque podemos comportarnos de forma moralmente correcta en relación con determinadas concepciones del bien moral, es decir, en relación con determinadas normas y códigos morales para nosotros valiosos, o bien, en el otro extremo, podemos comportarnos de forma inmoral con respecto a ellos.





   Ante el hecho moral, por más que queramos, no podemos ser indiferentes: somos seres morales tanto porque nos apegamos a cierta moral como porque nos apartamos de ella.



   Este término supone que el hombre no está programado para llegar a ser de una sola forma, sino que puede optar por varios caminos, por ello es un ser : indeterminado, ambiguo y contradictorio.


INDETERMINADO
AMBIGUO Y
 CONTRADICTORIO

 No está hecho de una vez y para siempre, sino que consiste en un trayecto, que se traduce en el esfuerzo permanente por llegar a ser más humano.

Es un ser ambiguo y contradictorio por excelencia. Potencial y consustancialmente contiene en sí la posibilidad de humanizarse o deshumanizarse, puede tender hacia el bien o hacia el mal, abonar a su perfeccionamiento moral o abandonarlo, por ello, se dice que es un ser contradictorio y ambiguo, ya que incluye en su ser la doble posibilidad de desarrollar el bien y el mal, es decir, los contrarios que potencialmente hay en cada uno de nosotros.







    
 Lo que explica la Ética es pues, que el hombre es un ser constitutivamente moral. Bueno o malo, no puede no ser moral, ya que, como hemos visto, la moralidad forma parte de la estructura de la subjetividad humana, para bien o para mal.

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