martes, 27 de noviembre de 2018

EL AMOR PROPIO COMO AMOR A LOS DEMÁS

EL AMOR PROPIO COMO AMOR A LOS DEMÁS

 El aprendizaje del amor tenemos que construirlo, sobre todo porque aquel no viene siendo una realidad constitucional del hombre.


El amor de sí, es decir, el amor de cada uno de nosotros, nos debe al mismo tiempo posibilitar el tránsito al amor a los demás. 

Una primera posibilidad en esto es manifestar “amor al prójimo” ,definido este término como la voluntad de querer el bien de las personas que nos rodean.
El prójimo es la persona que está junto a ti (aunque a veces no tanto), es el “próximo”, el que está más cercano y es persona. Por su parte, amor a los demás lo entendemos como una voluntad de trascendencia por parte del sujeto. Gracias a este acto la persona sale de sí, deja su propio yo para relacionarse con los demás con el objetivo de lograr su bien, al mismo tiempo que está consciente que con ello alcanzará también el suyo.



El amor a los demás, por tanto adquiere las siguientes características:

 1) el amor al otro implica su afirmación, esto es, nuestro asentimiento de su existencia, tanto de forma verbal como existencial. De esto modo, para amar auténticamente al otro, no basta con decirle que lo queremos, sino la asunción de un compromiso real con el cuidado de la persona que se ama.


 2) amar a los demás, supone también admitirlos en nuestro entorno y aceptarlos, haciéndonos cargo, dentro de lo posible, de lo que son y de lo de que necesitan.

 3) el amor a los demás es un sentimiento cercano a la amistad y a la benevolencia,coincide con la búsqueda del bienestar del otro, pero la amistad es un vínculo más profundo que la simple relación entre un yo y un otro



Finalmente, hay un vínculo más íntimo y más cercano del amor al prójimo como amor a los demás: se trata de la relación verbal y existencial expresada en la frase “te quiero”.



https://www.significados.com/amor-propio/










PARTE 2- CONCEPTO DE AMOR


 CONCEPTO DE AMOR


ERICH FROMM



-Más que de una relación personal específica entre dos, se trata de una actitud, una actividad, es decir, un verdadero “arte” que requiere de su aprendizaje en la vida cotidiana.

 El amor en tal sentido demanda el “arte de saber amar”, esto es, el aprendizaje y desarrollo de este sentimiento y/o facultad del hombre para amarse a sí mismo y a los demás.


HUMBERTO GALIMBERTI


-El amor se ha convertido en el único espacio en el que el individuo puede realmente expresarse más allá de los roles que está obligado asumir en una sociedad técnicamente organizada ,en la sociedad actual no importa tanto amar a los demás, como ser amado, invierte el sentido de la relación amorosa: no se trata ya de la autorrealización individual a partir de amar a los demás, sino, a través del otro, buscar la realización del yo propio, donde no priva la relación del individuo con el mundo, es decir, con las personas ni con el conjunto de la vida implicada en dicha relación, sino la satisfacción y el bienestar individual.



ALAN FINKIELKRAUT



-En muchas lenguas hay una palabra que designa al mismo tiempo el acto de dar y el acto de tomar, la caridad y la avidez, la beneficencia y la codicia, es la palabra amor.

El amor visto desde esta perspectiva, es el “olvido de sí” para colmar al otro, pero también, recíprocamente, es el “olvido del otro” para satisfacer al propio yo. Cuando decimos olvido, se hace referencia al proceso de ascensión del yo al otro y del otro al yo.



Con sólo mencionar el término “amor”, damos por sentado que existen muchas clases de amor: a sí mismo, a los demás, a la naturaleza, a Dios, a la humanidad, a los animales, incluso a las cosas materiales. 

Pero, el verdadero significado que interesa desde el punto de vista ético, es el amor que profesamos a las demás personas y a nosotros mismos, sin desconocer que el amor también se puede concebir en la relación hombre-cosa.

PARTE 1- CONCEPTO DE AMOR


 CONCEPTO DEL AMOR

7 filósofos que describen su concepto de amor:






FILÓSOFOS
CONCEPTO

PLATÓN



-El amor es sinónimo de creación, pero también de carencia; en primer término, es amor a la sabiduría, es conocimiento de la belleza, pero al mismo tiempo es ausencia, es decir, capacidad de aspiración y de deseo. En tal sentido, el amor es y no es al mismo tiempo.


    TOMAS DE AQUINO




-Define al amor como un acto genérico de la voluntad orientado hacia el bien en general. Según este teólogo-filósofo: “Todo el que obra, obra por un fin. El fin es el bien que cada uno ama y desea, por lo que resulta manifiesto que todo agente obra cualquier acción por algún tipo de amor”.
 El bien y el amor son una y la misma cosa.


SAN AGUSTÍN



-Para él, existen dos tipos de amor: el amor propio y el amor a Dios. De cada uno de ellos se deriva una forma de existencia: la terrenal o la divina.

Para San Agustín estas dos formas de amor implican que el hombre se ama muy poco si no ama a Dios, y si lo ama, se ama a sí mismo, de ahí que para él sea necesario amar a Dios sobre todas las cosas, como condición del amor propio.


ARTHUR SCHOPENHAUER


-El amor antes que otra cosa es una pasión humana que hace posible la perpetuación de la humanidad en el tiempo.

 Al igual que Tomás de Aquino, Schopenhauer identifica al amor con los fines humanos más elevados, en este sentido, para él, amor es sinónimo de bien, puesto que se trata del fin humano “más grave e importante”.







PARTE 2-EL AMOR PROPIO COMO AUTOESTIMA Y COMO AMOR A SI MISMO

 Individualismo :una característica del amor propio en la sociedad actual
 El egocentrismo: una perversión del amor propio

INDIVIDUALISMO
EGOCENTRISMO

- Parecido con palabras como egoísmo y amor propio.

- Parte del supuesto de que no hay ética si no se respeta la autonomía del individuo, esto es, sin la conciencia del sujeto moral de su capacidad para crear o aceptar libremente sus normas de conducta.


- Es una condición y un deber del sujeto moral mantener su individualidad a salvo de intromisiones ilegítimas; es una condición y un deber del sujeto moral quererse a sí mismo.

- Tiene que ser individualista, a condición de preservar al individuo, dado que esa preservación es al mismo tiempo un derecho y una exigencia: derecho del individuo a determinar lo que debe y quiere hacer, y exigencia sobre su propia responsabilidad ante los demás, considerado él mismo no como un ente aislado, sino como un ser social.


-Individualismo entendido como amor propio: individualismo como derecho, por una parte, de preservar su propia autonomía, y por la otra, como exigencia que tiene éste de responder ante los demás por sus actos.


- El individualismo en la época actual, se dice que estamos transitando de una moral del deber a una ética del bienestar individual.
- Lo que cuenta es ¡la felicidad o NADA!

- El egocentrismo es la concentración exagerada en uno mismo, lo contrario de mostrar apertura hacia los demás.


- No es sinónimo del egoísmo éticamente considerado.

- Se tiende a identificar al amor propio con el egocentrismo, debido a que el hombre tiene una especial facilidad para centrare en sí mismo, en el propio mundo y en sus actividades, aislándose de las personas que le rodean.

- El egocentrismo, entendido como la capacidad de amarse demasiado, es también demasiado fácil de realizar, de ahí que se haga necesario lo que se conoce como “olvido de si’, es decir, el olvido del propio yo, pero en el sentido de la capacidad para negarse a sí mismo.


- El hombre es egoísta por constitución, pues sólo se quiere y se busca a sí mismo y rechaza naturalmente cualquier orden impuesta desde fuera, aunque sea para el bien de la colectividad y de sí mismo.











PARTE 1- EL AMOR PROPIO COMO AUTOESTIMA Y COMO AMOR A SI MISMO

EL AMOR PROPIO COMO AUTOESTIMA Y COMO AMOR A SI MISMO

La autoestima es el conocimiento que tenemos de nosotros mismos, es decir, la aceptación de nuestros potenciales y debilidades, aquello de lo que somos capaces hacer de acuerdo con nuestra humana condición. Significa, por tanto, la posibilidad de aceptarnos tal y como somos, con nuestras virtudes y defectos.

 Se habla hoy en día de alta y baja autoestima. La persona con alta autoestima, al aceptarse como es busca siempre el bien de sí misma, por el contrario, la que tiene baja autoestima, al no aceptarse con sus propios potenciales y limitaciones, tiende a la depresión, a la desmoralización y, en algunos casos, al suicidio. En pocas palabras, no busca su propia realización, sino lo contrario,  su autodestrucción.










La persona que tiene una buena autoestima es la que experimenta el amor propio, esto es, la aceptación de su propia naturaleza humana, y por lo mismo, lucha por conseguir su realización.Si aceptamos la idea del amor propio como elevada autoestima, tenemos que aceptar que aquel es bueno por varios motivos: 


1) porque cada uno de nosotros somos seres dignos y valiosos, ya que somos personas. No son personas sólo los otros, sino también nosotros lo somos, y por consiguiente, también somos dignos de ser amados.
2) sería realmente absurdo amar a los demás y no amarnos a nosotros mismos; tenemos, por tanto, que cuidarnos y preocuparnos de nosotros mismos.
3)aunque somos responsables de los demás, lo somos de nosotros mismos, precisamente porque nuestra capacidad de autodeterminación se limita a nuestro propio ser.





El amor propio no sólo es bueno, sino totalmente necesario, debido a que es el motor de toda nuestra existencia. Esto significa que, entre más nos queremos y apreciamos a nosotros mismos, más hacemos crecer nuestras propias potencialidades. 










PARTE 2- EL HOMBRE COMO SUJETO DEL DESEO


 EL HOMBRE COMO SUJETO DEL DESEO

El deseo identificado con el eros
 Es decir, con el amor entendido como impulso de vida, y a su vez como fuente originaria de la valoración y de la creación de los valores.
Juliana González



Se trata de un deseo radical, de aquél gracias, al cual hombre expresa su anhelado deseo de ser, es decir, deseo originario de realización de la propia condición humana, que consiste en la búsqueda de desarrollo de las potencialidades del ser humano.


Fernando Savater




Para quien, en el origen de la acción humana está siempre mediando el deseo humano de querer ser más, humanamente hablando .El deseo es, pues, un impulso de vida ético, para llegar a ser, precisamente el hombre, más humano.





Se dice que el hombre es un ser con relación a sus posibilidades, esto es, se define como naturaleza posible; en pocas palabras, como deseo de llegar a ser plenamente libre, y con ello, más humano. En cuanto sujeto del deseo, el hombre ... es naturaleza ambigua, abierta, susceptible de devenir y autotransformarse. El hombre es posibilidad y la posibilidad es deseo.Originariamente está en el hombre la condición deseante.
 El hombre mismo, es deseo y, en este sentido originario, deseo “de todo”..